jueves, 27 de septiembre de 2012

Hay que Parar las Infraestructuras en Construccion

 
*Ecologistas en Acción critica la nueva apuesta por una red vial 
sobredimensionada y una alta velocidad elitista*_*
**PITVI: MÁS INFRAESTRUCTURAS COMO SOLUCIÓN FALLIDA A LA CRISIS**
*
(RECIBIDO POR CORREO ELECTRONICO) 
 
 **La ministra de Fomento presentó ayer las líneas maestras de lo que 
será el futuro Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (PITVI). 
Lo hizo sin concreción en lo realmente determinante: los proyectos, su 
presupuesto y el calendario de actuación. Aún así, de lo dicho por la 
ministra se deduce que la política de infraestructuras no va a cambiar 
en lo sustancial, puesto que seguiremos dedicando la mayor parte de los 
fondos a líneas de AVE y autovías con el argumento de que esto nos 
sacará de la crisis. **
*
Ana Pastor, ministra de Fomento, presentó ayer tarde en el Congreso las 
líneas maestras del plan de infraestructuras del Gobierno Popular, el 
PITVI. Pero la presentación se redujo a fijar unos grandes objetivos, 
sin concretar en qué actuaciones y obras concretas se traducirán ni con 
qué presupuestos y calendario de actuaciones se llevarán a la práctica.

Aunque esta falta de concreción hace difícil conocer las consecuencias 
de este Plan de Infraestructuras, Ecologistas en Acción quiere señalar 
algunos de los planteamientos y políticas que considera más preocupantes 
y negativos:

- Se sigue planteando que las grandes infraestructuras de transporte son 
"sinónimo de crecimiento y creación de empleo" según las palabras que 
ayer uso la ministra. Sin embargo, la tremenda inversión que hemos hecho 
durante los últimos años, que nos ha situado en niveles récord europeos 
de kilómetros de autovía y líneas de alta velocidad así como de número 
aeropuertos, no ha impedido que nuestra crisis sea más profunda que la 
de los países de nuestro entorno ni que tengamos los mayores niveles de 
paro. Al contrario, nuestra red sobredimensionada de infraestructuras, a 
menudo infrautilizadas, es un auténtico lastre económico, y ni siquiera 
podemos atender adecuadamente a su mantenimiento. Además, las 
inversiones en estas grandes obras se obtienen de recortes y 
detrayéndolas de servicios sociales que generan mucho más empleo, al 
tiempo que mejoran la calidad de vida de la población.

- El AVE será el gran receptor de la inversión. Y ello a pesar de que se 
trata de un sistema de transporte elitista, que una gran parte de la 
población no puede permitirse y de sus fortísimos impactos ambientales y 
territoriales. También es la infraestructura lineal más cara por 
kilómetro construido (20 millones de euros de media). Entre tanto, si la 
inversión va a la alta velocidad, se dejará languidecer el ferrocarril 
convencional, que es el que usa la mayor parte de la población.

Un ejemplo de la irracionalidad de estas inversiones: una de las obras 
prioritarias es el AVE a Galicia, que costará más de 8.500 millones de 
euros a pesar de que, según un estudio reciente del propio Ministerio de 
Fomento, solo tiene una demanda estimada de viajeros como para completar 
3 trenes diarios por sentido.

- Cierres de líneas. Bajo eufemismos como la "racionalización de la 
oferta de servicios ferroviarios" se ocultan, en realidad, planes de 
cierres de líneas en servicios de media distancia.

- La rentabilidad frente al servicio público. La clara apuesta por la 
liberalización de los servicios de transporte supone la privatización de 
muchos de ellos y dar prioridad a la rentabilidad económica frente al 
servicio público.

Aunque no se han podido consultar los detalles del PITVI, lo que se ha 
ido conociendo es muy preocupante en cuanto a que no va a suponer un 
cambio en la ruinosa política de infraestructuras de los gobiernos 
anteriores. Así por ejemplo, se pretende invertir 5.700 millones de 
euros en construir 1.150 kilómetros de autovías más en Castilla y León, 
una región que si por algo se caracteriza es por la baja utilización de 
la enorme red de autovías de que dispone.

En definitiva, para Ecologistas en Acción, estamos de nuevo ante un plan 
de infraestructuras que, a pesar de venir adornado con un discurso de 
sostenibilidad y de reequilibrio territorial, pretende aplicar políticas 
de infraestructuras tremendamente dañinas en lo ambiental y muy 
negativas en lo social, por cuanto las fuertes inversiones requeridas 
para estas obras saldrán de nuevos ajustes y recortes.

Más información: Paco Segura 619 891 996

-- 
=================================
Ecologistas en Acción - Aragón
C/ La Torre, 1 bajo. 50002 Zaragoza
629139609 - 629139680
aragonATecologistasenaccion.org
www.ecologistasenaccion.org/aragon

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Ingber's Egg Analogy - Cell Mechanobiology

Donald Ingber, MD, PhD - Research Faculty - Children's Hospital Boston

Tensegrity in a Cell

Featured Science and Innovations - Research Administration - Children's Hospital Boston

Citoesqueleto - Mecanosensacion, Mecanotransducción

Citoesqueleto - Wikipedia, la enciclopedia libre

Busca integrarlos en el centro a partir de actividades lúdicas

EL “CURSO 0” DA LA BIENVENIDA A LOS NUEVOS ALUMNOS DE LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN de la UMA


780 nuevos alumnos estudiarán en la Facultad en este curso académico
La Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga organiza durante esta semana el primer “Curso 0”, una actividad de bienvenida y formación para los 780 estudiantes de nuevo ingreso que cursarán en el centro durante este curso académico 2012/13.
Se trata de unas jornadas de Coordinación y Calidad en las que además de las presentaciones habituales del equipo decanal y de los servicios de la facultad, se desarrollarán cursos de formación para iniciar a los estudiantes en el uso del campus virtual, la biblioteca y la elaboración de trabajos académicos, así como talleres de expresión oral y escrita.
De igual modo, en el “Curso 0” se organizará  una gincana para que los estudiantes descubran la facultad de manera divertida desde el primer día y se realizarán dinámicas de grupo para que los alumnos estrechen relaciones sociales. En este sentido,  el consejo de estudiantes impartirá una conferencia y antiguos alumnos del centro orientarán y asesorarán a los estudiantes noveles.
El objetivo de las jornadas es integrar a los estudiantes en la dinámica del centro.
25-09-2012

http://www.uma.es/contenido.php?clase=p&tipo=n&idm=29&id=3096

Vigilar y Castigar


Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión(en francésSurveiller et Punir: Naissance de la prison) es un libro del filósofo ysociólogo francés Michel Foucault, publicado originalmente en 1975. Es un examen de los mecanismos sociales y teóricos que hay detrás de los cambios masivos que se produjeron en los sistemas penales occidentales durante la era moderna.

Contenido

  [ocultar

[editar]Resumen

Vigilar y castigar está dividido en cuatro partes: Suplicio, Castigo, Disciplina y Prisión.

[editar]Suplicio

Según Foucault, desde la Edad Media elsuplicio era un riguroso modelo de demostración penal, cuyo objetivo era el de manifestar la verdad que se había obtenido gracias al resto del proceso penal, y que hacía del culpable el pregonero de su propia condena al llevar el castigo físicamente sobre su propio cuerpo (paseo por las calles, cartel, lectura de la sentencia en los cruces...). Además, el suplicio también consistía en un ritual político, ya que en elderecho de la edad clásica el crimen suponía sobre todo un ataque al soberano, que era aquel del que emanaba la ley. Por tanto, la pena no sólo debía reparar el dañoque se había cometido, sino que suponía también una venganza a la afrenta que se había hecho al rey.
Sin embargo, entre los siglos XVII y XIXcomienzan a desaparecer los suplicios, debido básicamente a dos procesos:
  • La desaparición del espectáculo punitivo. Los días de ejecución y de suplicio eran momentos propicios para que se cometieran desórdenes entre el público. Además, con frecuencia el condenado llegaba a convertirse en objeto de admiración. A partir del siglo XIX, el castigo pasa a ser la parte más oculta del proceso penal.
  • El relajamiento de la acción sobre el cuerpo del delincuente. Aunque las nuevas penas (trabajos forzados,prisión...) también son “físicas”, el cuerpo se toma en ellas como un medio para privar al delincuente de la libertad. El objeto de la operación punitiva deja de ser fundamentalmente el cuerpo y pasa a ser el alma. Deja de juzgarse simplemente un hecho delictivo para pasar a juzgarse toda una serie de pasiones, instintos, anomalías, inadaptaciones, etc. con las que se califica a los individuos, los “delincuentes”, «no ya sobre lo que han hecho, sino sobre lo que son, serán y pueden ser».1 Esto, además, supondrá la aparición de toda una serie de expertos (psiquiatraseducadores,funcionarios...) alrededor del castigo.

[editar]Castigo

A partir de la segunda mitad del siglo XVIIIaparecen numerosas protestas en contra de los suplicios, que se consideran tanto vergonzosos como peligrosos. Estas críticas se basan sobre todo en el concepto de “humanidad” como algo que se debe respetar incluso en el peor de los asesinos. Sin embargo, según Foucault, estas críticas esconden algo más profundo: la búsqueda de una nueva “economía del castigo”.
Los cambios sociales del siglo XVIII, y fundamentalmente el aumento de la riqueza, suponen una disminución de los crímenes de sangre y un aumento de los delitos contra la propiedad. En este contexto, laburguesía emergente siente la necesidad de un ejercicio más escrupuloso de la justicia, que castigue toda una pequeña delincuenciaque antes dejaba escapar y para la que elsuplicio resulta totalmente desmedido. Por lo tanto, lo que piden los reformadores a lo largo de todo el siglo XVIII es «castigar con una severidad atenuada, quizá, pero para castigar con más universalidad y necesidad».2
En este contexto, se considera que el delitoataca a la sociedad entera, que tiene el derecho de defenderse de él y de castigarlo. El castigo ya no puede concebirse como una venganza, sino que se justifica a partir de la defensa de la sociedad y de su utilidad para el cuerpo social (aparece, así, la importancia de la prevención del delito). Este nuevo poder de castigar se basa en seis reglas básicas:
  • Regla de la cantidad mínima: Se comete un crimen porque se espera obtener ventajas. Por tanto, el castigo tiene que superar, pero sólo un poco, esas ventajas.
  • Regla de la idealidad suficiente: La eficacia de la pena descansa en la desventaja que se espera de ella. Por tanto, el castigo tiene que basarse, sobre todo, en la representación que el posible delincuente hace de él.
  • Regla de los efectos laterales: Los efectos más intensos no se deben producir en el culpable, sino en los que pudieran llegar a serlo.
  • Regla de la certidumbre absoluta: Debe tenerse una seguridad de que el delito va a ser castigado y no quedar impune. Por tanto, el aparato de justicia debe ir unido a un órgano de vigilancia: la policía y la justicia deben ir juntas.
  • Regla de la verdad común: Siguiendo las reglas del método científico, la investigación abandona el antiguomodelo inquisitorial para adoptar el de lainvestigación empírica.
  • Regla de la especificidad óptima: Es necesario que todas las infracciones estén especificadas. Además, debe haber una individualización de las penas, para que se acomoden a las características de cada delincuente, que se percibe como un individuo al que es necesario conocer. Aquí tendrán acomodo las ciencias humanas y sociales aplicadas a la penalidad.
Las nuevas penas que se buscan para desarrollar esta nueva tecnología del castigo tienen que cumplir varias condiciones:
  • Deben ser lo menos arbitrarias posible: el vínculo entre delito y castigo debe ser inmediato.
  • Hay que basarse en los intereses del posible delincuente: si el interés es la fuerza que mueve al delito, hay que utilizar esa misma fuerza para evitarlo.
  • Es necesaria una modulación temporal: Una pena definitiva supondría que el trabajo que se invierte en el delincuente sería desaprovechado, pues el delincuente regenerado no volvería a la sociedad
  • El castigo afecta sobre todo a los posibles delincuentes; el culpable no es más que uno de sus blancos. Además, los castigos pueden ser considerados como una retribución que el culpable da a cada uno de sus conciudadanos por el crimen que los ha perjudicado a todos.
  • El castigo público debe ser como un libro de lectura, en donde puedan leerse las propias leyes; los castigos deben ser una escuela y no una fiesta.
  • Hay que acabar con la gloria ambigua de los criminales, como la que aparecía en los romances populares.

[editar]Disciplina

En esta tercera parte, Foucault pasa a hacer un análisis de los cambios aparecidos en instituciones como hospitalescuarteles,escuelas, etc., con el fin de relacionar las nuevas formas de control de los individuos que aparecen en estos escenarios con el análisis de la economía del castigo.

[editar]Las disciplinas

A partir del siglo XVIII hay un descubrimiento de técnicas que permiten un control minucioso del cuerpo y le imponen docilidad y que se recogen en reglamentos militares, escolares y hospitalarios. Foucault denomina a estas técnicas “disciplinas”.
Las disciplinas basan su éxito en la utilización de instrumentos simples:
  • Vigilancia jerárquica: La vigilanciadebe ser una mirada que vea sin ser vista. Por ejemplo, empezarán a construirse edificios que no estén hechos para ser vistos (palacios) ni para ver el exterior (fortalezas), sino para permitir un control interior. De esta forma se van constituyendo el hospital-edificio (como instrumento de la acción médica), la escuela-edificio (como máquina-pedagógica), etc.
  • Castigo disciplinario:
    • En todos los sistemas disciplinarios funciona algún tipo de mecanismo penal: sus propias leyes, sus castigos especificados, sus normas de sanción...
    • Lo que la disciplina castiga realmente son las desviaciones. Los castigos disciplinarios están para hacer respetar un orden artificial (unreglamento), pero también un orden “natural”, definido por unos procesos naturales y observables, como la duración de un aprendizaje o el nivel de aptitud alcanzado.
    • Dado que el castigo disciplinario tiene por función reducir las desviaciones, debe ser fundamentalmente correctivo.
    • Todas las conductas y las cualidades se califican a partir de los dos polos del bien y el mal, y sobre ello se puede establecer una cuantificación que permite obtener un balance. De esta forma, lo que se califica ya no son las acciones, sino a los individuos mismos.
    • Esta contabilidad de premios y sanciones permite establecer con exactitud el rango de cada uno, de modo que la disciplina es capaz de premiar simplemente concediendo ascensos y de castigar degradando.
    • Por tanto, el castigo del poder disciplinario no tiende a la expiación, sino a la normalización.
  • Examen: El examen «es una mirada normalizadora, una vigilancia que permite calificar, clasificar y castigar».3El examen, que va a ser absolutamente esencial en la constitución de lasciencias humanas y sociales, se basa en los siguientes mecanismos:
    • Tradicionalmente, el poder es lo que se ve, y aquello sobre lo que se ejerce permanece en la sombra. Sin embargo, el poder disciplinario se ejerce haciéndose invisible, y en cambio ejerce sobre quienes se ejerce una visibilidad obligatoria.
    • El examen va acompañado de un sistema de registro y de acumulación documental. De esta forma, el individuo se constituye en objeto descriptible, analizable, que se estudia en sus rasgos particulares y en su evolución individual; y por otra parte se constituye un sistema comparativo que permite el estudio de fenómenos globales y la descripción de grupos.
    • El examen hace de cada individuo un “caso”. Antes, el ser descrito y seguido detalladamente era un privilegio; con el examen, en cambio se hace de esta descripción detallada un medio de control y dominación.
Todo esto supone una construcción distinta de la individualización. En el Antiguo Régimen, cuanto mayor poderío se tiene más marcado se está como individuo (mediante rituales, representaciones...). En cambio, en un régimen disciplinario el poder se vuelve más anónimo y funcional y por el contrario se individualiza más a aquellos sobre los que el poder se ejerce con más fuerza. Es precisamente el que se sale de la norma (el niño, el enfermo, el loco, el condenado) el que se describe y registra más rigurosamente.

[editar]El panóptico

Según Foucault, los principios anteriores se materializan en el panóptico que Jeremy Bentham diseñó como edificio perfecto para ejercer la vigilancia. El efecto más importante del panóptico es inducir en el detenido un estado consciente y permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento automático del poder, sin que ese poder se esté ejerciendo de manera efectiva en cada momento, puesto que el prisionero no puede saber cuándo se le vigila y cuándo no. El panóptico sirve también como laboratorio de técnicas paramodificar la conducta o reeducar a los individuos, por lo que no sólo es un aparato de poder, sino también de saber.
El panóptico permite perfeccionar el ejercicio del poder, ya que permite reducir el número de los que lo ejercen y multiplicar el de aquellos sobre los que se ejerce. Además, permite actuar incluso antes de que las faltas se cometan, previniéndolas. Sin otro instrumento que la arquitectura, actúa directamente sobre los individuos.
De esta manera aparece una “sociedad disciplinaria” debido a la extensión de las instituciones disciplinarias:
  • Anteriormente se pedía a la disciplinas sobre todo que ejercieran un papel de neutralización del peligro para lasociedad o para el soberano. Ahora, en cambio, lo que se pide de ellas es aumentar la utilidad de los individuos. Por eso tienden a implantarse en los sectores más centrales y productivos de la sociedad.
  • Los mecanismos disciplinarios tienden a salir de los ámbitos concretos en los que funcionaban para aparecer en todo el entramado social. Además, las instituciones dejan de ejercer una vigilancia únicamente interna y comienzan a ejercer un control también sobre el exterior (los hospitales ejercen la vigilancia de la salud general de la población, por ejemplo).
  • Hay una tendencia a la nacionalización de los mecanismos de disciplina. Para ejercerse, el poder debe apropiarse de instrumentos de vigilancia permanente, exhaustiva, omnipresente.
Por tanto, como señala Foucault, «la “disciplina” no puede identificarse ni con una institución ni con un aparato. Es un tipo de poder y una modalidad para ejercerlo».4

[editar]Prisión

Aunque la prisión no era algo nuevo, en el paso del siglo XVIII al XIX comienza a imponerse como castigo universal debido a que presenta ciertas ventajas respecto a las anteriores formas de pena:
  • En una sociedad en la que la libertad es el bien por excelencia, su privación también aparece como un mal para todos, por lo que aparece como un castigo “igualitario”.
  • La prisión permite cuantificar exactamente la pena mediante la variable tiempo.
  • La prisión asume un papel de aparato para transformar los individuos y para ello reproduce, acentuados, todos los mecanismos disciplinarios que aparecen en la sociedad.
Los principios fundamentales sobre los que se asienta la prisión para poder ejercer una educación total sobre el individuo son los siguientes:
  • El aislamiento del condenado, que garantiza que el poder se ejercerá sobre él con la máxima intensidad, ya que no podrá ser contrarrestado por ninguna otra influencia.
  • El trabajo, que está definido como un agente de la transformación penitenciaria. No es la producción en sí lo que se considera intrínsecamente útil, sino los efectos que ejerce sobre el penado, que se ha de transformar en un individuo que sigue las normas generales de la sociedad industrial.
  • La modulación de la pena, que permite cuantificar exactamente las penas y graduarlas según las circunstancias. Además, la duración de la pena debe ajustarse a la transformación del recluso a lo largo de dicha pena. Ahora bien, esto implica que tiene que haber una autonomía del personal que administra la pena: el director de la prisión, el capellán, y más adelante psicólogos oasistentes sociales. Es su juicio, en un sentido de diagnóstico científico, el que debe llevar a la modulación o incluso suspensión de la pena.
De esta manera aparece dentro de la prisión un modelo técnico-médico de la curación y de la normalización. La prisión se convierte fundamentalmente en una máquina de modificar el alma de los individuos. Lo penal y lo psiquiátrico se entremezclan. La delincuencia se va a considerar como unadesviación patológica que puede analizarse como otro tipo de enfermedades. A partir de aquí puede establecerse el conocimiento “científico” de los criminales: aparece lacriminología como ciencia. Así, la prisión se convierte en una especie de observatorio permanente de la conducta: en un aparato de saber.
Foucault señala que la crítica a la prisióncomienza ya a principios del siglo XIX, y utiliza los mismos argumentos que podemos encontrarnos hoy en día: las prisiones no disminuyen la tasa de la criminalidad, la detención provoca la reincidencia e incluso fabrica delincuentes, los ex-presos van a tener mucha dificultad para que la sociedad los acepte, la prisión hace caer en la miseria a la familia del detenido… Ahora bien, a pesar de estas críticas, la prisión se ha seguido defendiendo como el mejor instrumento de pena siempre que se mantengan ciertos principios (que ya aparecían a mediados del siglo XVIII):
  • Principio de la corrección: La detención penal debe tener como función esencial la transformación del comportamiento del individuo.
  • Principio de la clasificación: Los detenidos deben estar repartidos según criterios como su edad, sus disposiciones, las técnicas de corrección que se van a utilizar con ellos y las fases de su transformación.
  • Principio de la modulación de las penas: El desarrollo de las penas debe poder modificarse de acuerdo con la individualidad de los detenidos.
  • Principio del trabajo como obligación y como derecho: El trabajo debe ser uno de los elementos esenciales de la transformación y de la socialización progresiva del detenido.
  • Principio de la educación penitenciaria: La educación del detenido es una precaución en interés de la sociedad a la vez que una obligación frente al detenido.
  • Principio del control técnico de la detención: El régimen de la prisión debe ser controlado por un personal especializado que posea la capacidad moral y técnica para velar por la buena formación de los individuos.
  • Principio de las instituciones anejas: La prisión debe ir seguida de medidas de control y de asistencia hasta la readaptación definitiva del antiguo detenido.
Según Foucault, progresivamente las técnicas de la institución penal se transportan al cuerpo social entero, lo que tiene varios efectos importantes:
  • Se produce una gradación continua entre el desorden, la infracción y la desviación respecto de la regla. En realidad, la desviación y la anomalía (que lleva consigo el desorden, el crimen, la locura) obsesionan a las distintas instituciones (escuela, hospital, prisión...).
  • Aparecen una serie de canales a través de los cuales se recluta a los “delincuentes”, que con frecuencia pasan a lo largo de sus vidas por las instituciones que están destinadas precisamente a prevenir y evitar el delito: reformatorios, instituciones de asistencia, cárceles...
  • En la gradación continua de los aparatos de disciplina, la prisión no supone más que un grado suplementario en la intensidad del mecanismo que actúa ya desde las primeras sanciones. «En su función, este poder de castigar no es esencialmente diferente del de curar o el de educar».5
  • En todas partes nos encontramos jueces de la normalidad: el profesor-juez, el médico-juez, el trabajador social-juez...
  • El tejido carcelario de la sociedad es a la vez el instrumento para la formación del saber que el poder necesita. Las ciencias humanas han sido posibles porque se acomodaban a esta forma específica de poder.

[editar]Referencias

  1.  Foucault, Michel (1986). Vigilar y castigar. pp. 26.
  2.  Foucault, Michel (1986). Vigilar y castigar. pp. 86.
  3.  Foucault, Michel (1986). Vigilar y castigar. pp. 189.
  4.  Foucault, Michel (1986). Vigilar y castigar. pp. 218.
  5.  Foucault, Michel (1986). Vigilar y castigar. pp. 309.

[editar]Bibliografía

[editar]Enlaces externos

Mariano Fernandez Anguita

MFE: Web de Mariano Fernandez Anguita



   2º Congreso de Educación Tecnológica
Conferencia inaugural
   CEDUTEC 2012
   El vídeo completo está disponible aquí
Resumen:El desarrollo tecnológico, sobre todo el de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y en particular su expresión en los nuevos medios sociales (NMS), los servicios de redes sociales (SRS) y las comunidades en línea (CEL), están alterando radicalmente el lugar del aprendizaje en las relaciones sociales, de la educación en el aprendizaje y de la escuela en la educación. Nuestro modelo escolar se basa en el privilegio de que la institución era la ventana al mundo y el supuesto de que el acceso a la información resultaba altamente costoso, por lo que ésta debía ser vehiculada por el programa, el profesor y el libro de texto. Hoy, sin embargo, la información está casi al alcance de todos, lo que, paradójicamente genera escasez de conocimiento en la economía y déficit de atención en la escuela. Al mismo tiempo, el conocimiento se torna también más accesible fuera de la institución, y las maneras de acceder a la información y al conocimiento fuera de ella se contraponen y llevan al cuestionamiento de las maneras de hacerlo dentro de ella. En suma, la institución se ve implícita y hasta explícitamente cuestionada en su necesidad y en su idoneidad.
Y es que la sociedad de la información y las redes entraña un cuestionamiento a fondo de las viejas jerarquías de la sociedad industrial y de consumo. Como futuros trabajadores, los estudiantes de hoy deben prepararse para unas relaciones de producción que requieren más autonomía, iniciativa, capacidad de trabajo en equipo, creatividad, etc. que la vieja subordinación a la jerarquía propia del trabajo fabril. De hecho, como trabajadores de su propio proceso de aprendizaje ya se encuentran ante esa demanda, al menos fuera de la institución escolar. Como consumidores presentes y futuros pasan de meros consumidores inermes ante la publicidad a contertulios, digamos lo así, en esas conversaciones que son los mercados. De hecho, como consumidores de educación ya se valen de esas nuevas posibilidades creadas por las redes y están tan poco dispuestos a aceptar sin condiciones los mensajes de la escuela como los de la publicidad. Como nativos digitales, y a pesar de las brechas sociales en el acceso y en el uso, en el entramado de las TIC, los NMS, los SRS y las CEL se forman en una relación con su objeto de actividad y aprendizaje bien distinta de la que la escuela les reservaba. Aprenden haciendo y experimentando, en relaciones de colaboración horizontales, siguiendo sus propios intereses, sin las viejas constricciones de tiempo y espacio, a su propio ritmo y manera, etc. Todo esto sitúa a la institución escolar ante un desafío sin precedentes, el de preparar a las nuevas generaciones para una sociedad en la que la tecnología no es un dato constante para la inmensa mayoría (y una variable para una minoría), sino una variable para todos sobre la que es preciso obtener cierto grado de conocimiento y control. Pero también ante el riesgo de sucumbir ante una tercera brecha digital, la que hoy por hoy mantiene a la institución a la zaga de la sociedad y a la profesión au‐dessus de la mêlée en vez de a la altura de las circunstancias, brecha que amenaza con mantener, si no con agravar, la primera y la segunda.

La educación banalizada


¿Quién puede estar satisfecho con el estado de la educación? No vivimos una catástrofe, pues el acceso se ha expandido, los medios se han multiplicado, el conocimiento alcanza cuotas antes inimaginables, etcétera, pero la mayoría de países están descontentos con sus resultados, las desigualdades se eternizan, la presión sobre la adolescencia se torna excesiva, el malestar docente crece, la institución pierde pie ante los nuevos medios y políticas y proyectos no dan los resultados apetecidos.

La educación banalizada | Sociedad | EL PAÍS

por  25 SEP 2012 - 21:51 CET

Ese es el panorama en que aparece La educación prohibida, un documental que critica el actual modelo escolar, sugiere algunas alternativas y lo envuelve todo en una confusa cháchara de la que es difícil sacar algo en claro. Vale recordar que la escolarización universal ha tenido por función formar súbditos y asalariados, pero no se debería olvidar que también ha contribuido a la ciudadanía política y social, es excesivo vincularla al nazismo y no cabe ignorar lo que debe a la demanda popular y al expansionismo profesional.

A esa escuela ya anacrónica opone el documental, en el filo entre el reformismo pedagógico y la desescolarización, experiencias que asoman superficialmente a la pantalla o se presumen en la base de un alud de mensajes de maestros, pedagogos y publicistas varios. El resumen es que los niños se desarrollan mejor solos, sin que nadie pretenda dirigirlos, idea expresada en las manidas metáforas de la planta, el árbol o el bosque a las que ahora se suman la célula: todo lo que el niño necesita para aprender lo tiene dentro, repite la enésima versión de esa letanía inmanentista que desde la mayeútica de Platón, pasando por la educación negativa de Rousseau, llega hasta cierta manera actual de entender el aprendizaje activo o el constructivismo. Quienes creían que naturaleza y cultura funcionan de manera opuesta se equivocan: dejen crecer libremente al niño, que no será Kaspar Hauser sino Einstein.
Amenizado con una inverosímil y cursi dramatización con adolescentes, el grueso documental se centra siempre en la educación infantil, que impregna todo el argumento con su aroma. Por ahí entra más fácilmente el empalagoso desfile de todos los buenismos: amor, diálogo, mirada, alegría, armonía, cooperación, gozo... Ahí cabe invocar a Montessori, Steiner o Freire, pero a su rebufo se cuelan Gatto, Krishnamurti y, peor, un popurrí de sistémicos, holísticos, predicadores zen, maestros espirituales, obradores de milagros...
He de confesar que me dormí viendo el documental y tuve que rebobinarlo. Lo que ocupa dos horas y media cabría en una, y la parte que vale la pena en menos. Pero, más que el contenido, lo realmente intrigante es por qué se ha difundido así. Por un lado, desde luego, revela el desconcierto y el descontento reinantes en la educación y la avidez con que educadores y otros buscamos respuestas. Por otro, sin embargo, temo que refleje una preocupante tendencia a la trivialización del debate y la búsqueda de soluciones sencillas y mágicas. En el último decenio no podría citar un libro o artículo que haya suscitado una atención generalizada en este ámbito. La escuela pertenece a la era Gutenberg, pero los profesores parecen más atentos al audiovisual. No imagino un congreso de economistas, por ejemplo, proyectando Wall Street o Inside job, dos magníficos filmes, pero decenas de encuentros de educadores lo han hecho con La lengua de las mariposas, Todo empieza hoy, La ola o La clase. Y estas, aunque algo inclinadas a complacer a su público, eran, al fin y al cabo, buenas películas; no querría ver a la profesión reunida en torno al artificioso La educación prohibida o a la insufrible Katmandú.
Mariano Fernández Enguita es catedrático de Sociologia en la Universidad Complutense. www.enguita.info


.......................        -------------------------------                     ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
Mi comentario:


Pues parece desdecirse bastante con lo que el mismo autor expresa aquí:
http://enguita.info/
(Mirar al principio de la Web: 2º Congreso de Educación Tecnológica
   CEDUTEC 2012...)

Quizás sea la alergia y miedo inconsciente, que clásicamente ha mantenido
la institucion universitaria, frente a todo lo "alternativo".

Pues los abundantísimos análisis en libros y revistas especializadas, así
como el Tratado de Bolonia, y los bonitos principios que aparecen en las
leyes de educación, e incluso las constituciones estatales y la carta de
derechos humanos de las naciones unidas... Todo eso (al menos en teoría),
lo que muestra, se parece mucho más a la educacion alternativa, que a la
forma real y anacrónica de instruccion unidireccional, dominante aún al
menos en el estado español...

El "aula esclava", produce con el tiempo "Hemisferitis cerebral aguda", en
especial en los profesores, que por su larga andadura en esos entornos
deshumanizados, tienden al solipsismo y al aislamiento de la sociedad y
del sentido del Común.

¿La prueba? Pues la escasa o nula reaccion de las universidades, tras años
de crisis. ¿Quereis otra? Pues que el estado europeo con mayor población
de licenciados, haya sido el más ultrajado y vilipendiado estos años por
el imperialismo... sí, el estado español.

Tan es así que ayer escribí un email a Joaquín Fernández-Crehuet, profesor
de epidemiología y salud pública de la UMA, proponiéndole la Declaración
de una Emergencia (o Alerta) Sanitaria sobre el aula esclava y la
hemisferitis cerebral aguda. ¿me contestará? Me da igual, pues pienso
mover cielos y tierra, pues, comparado con el "Watergate", y si las
universidades, como vemos, están moribundas, pues... como aquel médico que
ante un enfermo muy grave decía: "yo le triplico la dosis, o se muere del
todo, o se cura"

¡Y que vivan los Baños del Carmen! donde esa interacción horizontal,
alrededor de la candela, y con el medio circundante, fué para todas tan
crucial...

¿Qué mejor manera de combatir el famoso Shock que atacar y atajar el
sindrome del aula esclava, que parece estar en el origen de cantidad de
enfermedades, del fascismo rampante, de la antidemocracia, ya está bien de
"Vigilar y Castigar":
http://es.wikipedia.org/wiki/Vigilar_y_castigar

Salud, Juego, y Danza y "que se mueran los intelectuales" ¿Habría que
avisar a Pol-Pot?

martes, 25 de septiembre de 2012

¿Cómo inmunizarnos a la estrategia del shock?

“Un sujeto –dice aLAIN bADIEU– es un punto de una conversión de lo imposible en lo posible. La operación fundamental de un sujeto es estar en el punto en donde algo imposible se convierte en posibilidad”.
Hace poco, comentábamos las técnicas de manipulación que usan los gobiernos y mass media para privatizar la educación pública y todos los bienes comunes.


http://soypublica.wordpress.com/2012/06/03/como-inmunizarnos-a-la-estrategia-del-shock/


En estos primeros meses de legislatura, la mayor parte de esta manipulación está encaminada a postrarnos en un estado de shock, para que, temerosos y paralizados, no reaccionemos ante las brutales pérdidas de derechos que se nos imponen. Las medidas, anuncios y declaraciones de los gobiernos autonómicos y el central nos son administrados, día tras día, gradualmente, como un veneno que nos somete a una ansiedad constante. Y sin posibilidad de tregua, ya que los medios de comunicación –a los que ya casi habría que llamar de propaganda− vocean incansablemente, como un eco descorazonador, esas malas noticias que nos vienen desde arriba (desde los consejos de ministros o las agencias de calificación).
Naomi Klein ha explicado en su libro La doctrina del shock cómo el neoliberalismo, incapaz de convencer a los pueblos mediante argumentos (pues las medidas neoliberales están esencialmente en contra de los pueblos), sólo ha logrado imponerse gracias a golpes de estado, declaraciones de guerra o situaciones donde catástrofes naturales u otros fenómenos traumáticos tenían a las poblaciones atenazadas por la ansiedad y el miedo.
¿Y qué sino el miedo es lo que nos están tratando de inocular en este país? Miedo a perder el empleo, a no poder encontrarlo nunca o a que el que nos ofrezcan sea lisa y llanamente explotación; miedo a perder el derecho a la asistencia sanitaria y a no poder proporcionar una educación adecuada a los hijos; miedo a acabar durmiendo en la calle víctima de un desahucio; miedo, en fin, a ser detenido injustamente por protestar de forma pacífica en una manifestación.
En este artículo veremos cómo la estrategia del shock surte efecto en nosotros mediante la llamada indefensión aprendida. Pero también cómo podemos escapar de este estado de postración si aprendemos a atribuir correctamente las causas de nuestro malestar.

La “indefensión aprendida”, arma de destrucción masiva

Que los de arriba nos tratan como a perros es cierto, o al menos como a los perros del experimento de Seligman.
A finales de los 60, el psicólogo Martin Seligman realizó el siguiente experimento. Dentro de una caja de laboratorio, un perro era expuesto a shocks eléctricos que no podía evitar. En cambio, en otra caja, otro perro sí que podía interrumpir esos shocks pulsando una palanca. Más tarde, los perros eran situados sobre una superficie electrificada de la que podían escapar simplemente saltando una barrera. El perro que había podido controlar los shocks la saltaba, mientras que el otro perro, en lugar de buscar la salida exitosa a la situación adversa, permanecía aguantando las descargas de manera pasiva. Había, pues, “aprendido” su indefensión. ¿Para qué gastar energías sabiendo (en realidad, creyendo) que de esos estímulos adversos no se puede escapar?
La indefensión aprendida es la antesala de la depresión. No hacer nada porque se piensa que ya todo es inútil.
En este vídeo podemos ver cómo una profesora provoca indefensión aprendida en un grupo de alumnos con una sencilla actividad:

De lo cual podemos inferir que, mediante el poder actual de los medios de propaganda, es factible inducir este estado depresivo en buena parte de la población, para mantenerla en la pasividad. Por ejemplo, gracias a este vídeo podemos comprender por qué las víctimas de la Alemania nazi acabaron aceptando su suerte sin presentar apenas resistencia, al igual que muchas mujeres maltratadas terminan resignándose a su situación:

Terrible, ¿verdad? Pero más terrible aún es el darnos cuenta de que esta inoculación de indefensión aprendida es lo que están haciendo ahora mismo con nosotros. Nos tratan de convencer de que aceptemos resignadamente pérdidas de derechos y privatizaciones de bienes públicos sin resistir ni protestar. La consigna: que hagamos lo que hagamos no va a servir para nada.
Como al perro víctima del experimento de Seligman, se nos somete a unos shocks (nombrados por los eufemismos “ajustes” o “recortes”) que, al parecer, no podremos evitar por mucho que hagamos huelgas, acciones de concienciacion o nos manifestemos. Y además, se ha comenzado a castigar a muchos de los que protestan mediante detenciones poco justificadas y prisiones preventivas de dudosa compatibilidad con derechos humanos fundamentales.
En Grecia, donde llevan más tiempo sufriendo este salvaje saqueo de lo común, la depresión se extiende como una epidemia entre las clases populares, y el número de suicidios se dispara. En su artículo ¿Y si no hiciésemos nada? el filósofo Amador Fernández-Savater se hace eco de esta desesperación que cunde entre los griegos:
Más de diez huelgas generales en Grecia, pero ¿se ha conseguido algo? Alexandra-Odette Kypriotaki ha participado en las movilizaciones desde 2008, pero se marchó a Londres con esa pregunta en la cabeza. “En mi país ya no se encuentra trabajo ni de camarera”, me contó. La conocí en un encuentro organizado por el pensador-activista Franco Berardi (Bifo) en Barcelona. Su intervención en aquel encuentro me pareció muy sugestiva y desafiante.
A partir de un balance autocrítico de las lógicas de enfrentamiento y movilización, que no han frenado ni un ápice la devastación social, pero han expuesto demasiados cuerpos a la represión y la destrucción, Alexandra propone recomenzar por otro lado: ni luchar ni confrontar, sino desertar; ni reivindicar ni pedir, desplegar aquí y ahora el mundo en el que queremos vivir; ni actuar ni movilizarnos, sino entregarnos a cierto abandono. Hacer fuerza de nuestra debilidad.
El capitalismo nos exige una disposición permanente al deseo, al contacto, a la producción. Un tiempo permanentemente ocupado, bajo presión, en pos de resultados. Hoy es obligatorio estar contentos, ser optimistas y positivos. Debemos proyectar constantemente la imagen de que sabemos, de que va todo bien, de que tenemos las cosas bajo control, de que somos fuertes. Pero, ¿no nos exige demasiadas veces lo mismo el activismo político? Lucha, resultados, la respuesta en la boca, la moral siempre alta, fuera los tímidos, los dubitativos y los melancólicos…
¿No podríamos formar un ejército de débiles, de torpes, de ignorantes? La consigna sería: “sí, estamos deprimidos, qué pasa”? El programa: “no sé”. La huelga, no hacer nada de nada, ni siquiera movilizarnos. Do nothing day… un miércoles, luego el jueves y así.

La figura del castigador indefenso

Descargas eléctricas arbitrarias, suministradas a intervalos irregulares e inaccesibles a nuestro control. Shocks/saqueos que llaman “recortes” o “controles del déficit”. Maltrato psicológico hasta límites que hace pocos meses nos hubieran parecido increíbles, de ciencia-ficción: «El FMI pide bajar pensiones por “el riesgo de que la gente viva más de lo esperado”.»
Las agencias de calificación, los organismos internacionales (FMI, BM, OCDE, OMC) que están al servicio de las élites financieras, la Comisión Europea y el BCE nos someten a unas exigencias y ajustes, graduales e inexorables, ante los que nos aseguran que nada podremos hacer. Casos como el de Islandia, sin embargo, son silenciados en los medios de masas.
¿Cuál es el papel de nuestros gobernantes ante esta situación? Sencillamente, el de ejecutores eficientes del saqueo que se ordena “desde arriba”: “hay que hacer lo que hay que hacer”, “nos lo está pidiendo la Unión Europea”, “hay que dar confianza a los mercados”, etc.
No es necesario atribuir maldad ni sadismo a los políticos que realizan estos encargos, aunque a veces estemos tentados a ello debido a algunas de sus declaraciones. En su libro Eichmann en Jerusalén, Hannah Arendt expuso su concepto de banalidad del mal: un funcionario nazi mediocre como Adolf Eichmann fue capaz de poner en práctica asesinatos en masa, no por crueldad, sino simplemente porque actuaba dentro de las reglas del sistema al que pertenecía sin reflexionar sobre sus actos. Lo que hizo Eichmann fue cumplir eficientemente con las órdenes que provenían de estamentos superiores, que es lo que hacen nuestros políticos en el gobierno respecto a los mandatos de quienes representan los intereses del capital financiero. Y sin poderse cuestionar las reglas a las que obedecen, ya que están cegados por los postulados de una ideología dominante, el neoliberalismo, que además legitima el hecho de que estos mismos gobernantes –o sus familiares o sus amigos– se enriquezcan, de una manera que nosotros consideraríamos inmoral, gracias a la pérdida de derechos sociales de los ciudadanos y a la privatización del sector público.
En una vuelta más de tuerca, los gobernantes pueden llegar a presentarse ante la opinión pública como víctimas ellos mismos de indefensión aprendida. Es el “aunque me gustaría hacer otra cosa, yo no puedo hacer nada, porque me lo ordenan desde arriba, y las consecuencias, si actúo de otra manera, podrían ser peores”. El mismo mandatario se convierte en modelo público de indefensión aprendida, y ya sabemos que nada enseña tanto como el ejemplo. Fue el caso de José Luis Rodríguez Zapatero cuando la llamada de Barack Obama. Ya vemos que se trata de un recurso nada nuevo. Pero ahora, con nuestro actual presidente, Mariano Rajoy, este fenómeno se ha exacerbado tanto, que él mismo se ha convertido en ejemplo viviente de indefensión y debilidad, con sus “chuletas” en los discursos, sus ausencias, sus gestos y acciones. Aquí lo vemos, en el Senado, huyendo de los periodistas que le querían preguntar sobre el último recorte presupuestario para Educación y Sanidad:

En definitiva, lo que estos gobernantes nos transmiten, al escenificar su indefensión, es que nuestro país ya no es soberano, sino que está bajo las órdenes de los que en realidad mandan: los famosos “mercados”. Pero ¿por qué no son sinceros y coherentes, dimiten y dejan que España se convierta en un “protectorado” del capital financiero, como lo son ya Italia o Grecia? Tal vez su papel en la estrategia del shock aún no se haya cumplido del todo. Todavía no estamos completamente sujetos a la indefensión aprendida. Pero ¿podremos hacer algo para no ser vencidos del todo por ella?

Bien vive quien bien atribuye

Para inmunizarse ante la indefensión aprendida, Seligman aplica la teoría de la atribución de Fritz Heider. En El optimismo es una ventaja y un placer que se adquiere estudia tres dimensiones o características del estilo atribucional o atribución causal:
Personalización: Consiste en atribuir causas internas o externas a los buenos o malos sucesos.  Si me siento culpable cuando algo me sale mal “porque yo soy así”, o soy capaz de externalizar el problema y hacerme responsable de producir cambios.  Esta dimensión tiene que ver con la autoestima. Atribuir los malos sucesos a causas externas nos hace más inmunes a la indefensión aprendida.
Permanencia: Qué duración, estabilidad o inestabilidad en el tiempo atribuimos las causas de los buenos o malos sucesos.  Sus extremos se expresan en el discurso en los polos  Siempre-Nunca. Pensar que las causas de los malos sucesos son estables, permanentes, incluso definitivas, nos hace más vulnerables a la indefensión aprendida.
Penetración: Cuántas áreas de nuestra vida se ven afectadas por nuestra buena o mala suerte, si estas causas nos afectan de manera global o específica.  Se expresa en el discurso en los extremos Todo-Nada.
Por otro lado, en su trabajo Indefensión aprendida en sujetos humanos y su inmunización, José Ramón Yela Bernabé y José Luis Marcos Malmierca hacen referencia también a la importancia de la controlabilidad que tenemos de los sucesos.

Despersonalización: el problema está en la situación, no en nosotros

Una manera que tiene el poder de provocarnos la indefensión aprendida es culpabilizarnos de lo que está sucediendo. Se nos dice que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, cuando la realidad era que las posibilidades, para los de abajo, más bien eran inferiores a los estándares de una vida digna, en tanto a bajos salarios o carestía de bienes básicos como la vivienda.
Un ejemplo de explicación sistémica de lo que nos está pasando es la del geógrafo David Harvey. Según él, vivimos un proceso de acumulación por desposesión. Una vez disminuidos los salarios a partir de los años 70, las tasas de ganancia las está obteniendo el capital a partir de la privatización de los bienes comunes, la financiarización de la economía, la gestión y manipulación de las crisis y la redistribución desigual de los recursos. En este vídeo podemos ver cómo este autor explica la crisis actual:

Autores como Vicenç Navarro han señalado que ha sido precisamente la falta de recursos entre las clases populares la que ha sido causante del endeudamiento, y no al revés. Si, por ejemplo, hubiera habido políticas públicas de acceso universal a una vivienda digna, la gente no tendría que haberse endeudado tanto, y no se habría producido la burbuja inmobiliaria y crediticia que originó la crisis.
Por tanto, no debemos caer en la trampa de pensar que la culpa de esta “crisis” (acumulación por desposesión) la tenemos nosotros. Debemos ser capaces de analizar, más allá de la sobreabundancia informativa de los mass media, en qué consiste el modelo social, económico y cultural vigente, y en qué podemos contribuir para atenuar sus efectos dañinos, o incluso para plantear modelos alternativos diferentes.

La crisis es crisis también del modelo económico imperante

En cuanto a la estabilidad de la causa de nuestro problema, debemos preguntarnos: ¿esta acumulación por desposesión va a durar siempre? ¿Es el estado definitivo de la historia?  Lejos de ello, son muchos los que apuntan a que estamos viviendo una crisis global del capitalismo, debido a los límites ecológicos que impiden el desarrollo del modelo de acumulación infinita. Ramón Fenández Durán, por ejemplo, ha indicado que el previsible agotamiento de energías fósiles va a suponer un colapso de nuestra civilización.
El documental Historia de las cosas describe de modo muy didáctico cuáles son esos límites humanos y ecológicos del modo de producción imperante:

Así que en vez de preocuparnos por lo que nos está pasando, ¿no deberíamos ya empezar a pensar en alternativas?

Oportunidades para la emancipación

En cuanto a la penetración del problema, ¿está toda nuestra persona afectada de manera negativa por el saqueo de lo común?
Es cierto que esta crisis/estafa afecta a buena parte de nuestras vidas, por el desempleo, el empeoramiento de los servicios públicos y la pérdida de derechos ciudadanos. Pero también es verdad que hay vida –y mucha vida– más allá de la crisis.
Ahora es cuando tenemos la oportunidad de explorar nuevas formas de relacionarnos con nosotros mismos, con los demás y con nuestro entorno. Cuando podemos buscar modos de vida diferentes.
Porque este modelo económico, incluso cuando estaba en las fases de auge, producía insatisfacción. Bajo la superficie del consumismo, convertido en estafa piramidal gracias a la abundancia del crédito fácil, yacía latente una versión moderna del Rey Midas. Todo lo que el modelo tocaba lo convertía en mercancía, hasta nuestras vidas y los rincones más íntimos de nuestro cerebro.
La alienación no ha sido nunca tan grande como hasta ahora. Mientras que en la época del fordismo, la de la producción en masa, el trabajador estaba alienado durante su tiempo de trabajo, ahora, en nuestros días, es del conjunto de nuestra vida de donde extrae el capital sus tasas de ganancias.
Hoy, […] bajo el predominio de la producción inmaterial, la teoría del valor y el análisis de la explotación no pueden ser anclados en un sistema de unidades temporales mensurables. Así en la medida en que la producción de valor es entendida como producción de lo común, la explotación es expropiación de lo común. Lo común, en pocas palabras, se ha vuelto el lugar del plusvalor. La explotación es la expropiación privada, parcial o total, del valor producido en común. Las relaciones sociales y las comunicaciones son, por su naturaleza, comunes y sin embargo el capital busca apoderarse privadamente de parte de su riqueza. Pensamos, por ejemplo, en el beneficio extraído del trabajo afectivo; y lo mismo vale para la producción lingüística de las ideas y los saberes: todo aquello que se hace en común es privatizado. También el saber producido por las comunidades indígenas o el conocimiento generado por la cooperación científica son transformados en propiedad privada. (Hardt M. y Negri, A., El trabajo de Dionisos, Akal, Cuestiones de Antagonismo, Madrid, 2003)
Lo más común, lo que todos compartimos, es lo que están “expropiándonos” algunos, el 1% de la población, para seguir acumulando capital. La publicidad se apropia de nuestra cultura común para invadir nuestros cerebros con pautas de consumo. Nos relacionamos con los demás desde criterios de rentabilidad, y nosotros mismos nos convertimos en mercancías al ponernos en venta en el mercado laboral o al tratar de obtener beneficios en nuestras vidas personales.
La parte en que nos afecta la crisis es, por tanto, minúscula si la comparamos con todo lo que esta crisis del sistema puede ofrecernos:
  • Volver a recuperar la autenticidad personal. Dejar de tratarse a sí mismo como una parte más de la sociedad del espectáculo, es decir, como una imagen atractiva para el sistema, imagen que se convierte ella misma en publicidad viviente. Como explica Tiqqun en Primeros materiales para una teoría de la jovencita (Acuarela Libros, Madrid 2012), el capitalismo obtiene actualmente tasas de ganancia por medio de nuestra capacidad de seducción.
  • Lo que más acrecienta la felicidad son las relaciones interpersonales. Fomentar las relaciones de cooperación en lugar de las relaciones de competencia. Lo que se da no se pierde.
  • Que la creación cognitiva (el pensamiento, el arte, el conocimiento) no sea expropiada del intelecto común mediante la llamada propiedad intelectual; una ilegítima apropiación que responde a los intereses de las grandes corporaciones dedicadas a la producción y distribución de productos culturales y tecnológicos.
  • Promover una economía del bien común, donde se valore, no la rentabilidad, sino un modelo de empresas cooperativas que hagan el mayor bien posible a la sociedad y al entorno.
  • Acabar con el predominio de la economía financiera sobre la economía productiva. Terminar con la estafa de la emisión privada de dinero-crédito que esclaviza a personas y pueblos mediante el endeudamiento.
  • Plantearse iniciativas como la de la renta básica universal, para que uno trabaje libremente, y no se vea forzado a trabajar para subsistir. Los recursos naturales son de todos.
  • Y, complementando a la renta básica, ¿por qué no proponer, como lo hizo en su día el presidente estadounidense F. D. Roosevelt, un salario máximo, gravando con un 100% a partir de un tope de renta? “Que ningún ciudadano –escribía J. J. Rousseau– sea tan rico como para poder comprar a otro, ni ninguno sea tan pobre como para ser obligado a venderse”.
  • Valorar propuestas ecológicas como la del decrecimiento: consumir menos, fabricar menos, diseñar objetos totalmente reciclables y gastar poca energía. Desarrollar economías locales.
  • Construir canales de distribución autónomos al margen de las grandes distribuidoras que controlan casi toda la actividad comercial, desde el productor a la venta al público.
  • Reconstruir la esfera de lo público de una manera verdaderamente democrática, con la participación de todos y en igualdad.

El futuro está en parte en nuestras manos

Por último, ¿cuál es nuestra capacidad de control respecto a la situación que nos afecta?
En el citado artículo, Yela Bernabé y José Luis Marcos Malmierca defienden que, para inmunizarse a la indefensión aprendida, lo mejor es ni haber tenido éxitos siempre ni siempre fracasos. Ser conscientes de que hay cosas que podemos controlar y cosas que no. “Así pues –decía Epicuro–, conviene recordar que el futuro ni está enteramente en nuestras manos, ni completamente fuera de nuestro alcance, de suerte que no debemos ni esperarlo como si tuviese que llegar con seguridad, ni desesperar como si no tuviese que llegar con certeza.”
Hay muchos ejemplos de resistencia a la acumulación por desposesión que han triunfado en el mundo, como la guerra del agua en Bolivia o la insurrección de Chiapas. Lo que pasa es que la historia, que casi siempre está escrita por los de arriba, se complace en recordarnos solo las derrotas en los esfuerzos por la emancipación.
Aquí, en España, y a pesar de todos los tropiezos de un niño que aprende a dar sus primeros pasos, el Movimiento 15M, ha obtenido importantes logros y proyección internacional. Ha concienciado a buena parte de la ciudadanía de la raíz de nuestros problemas, ha enlazado movimientos sociales muy dispares y está siendo un excelente humus para el nacimiento de redes cooperativas y solidarias.
Cometeremos errores, sin duda, pero errores que nos harán más sabios.

Actuar para abrir posibilidades

En definitiva, ante el miedo que nos atenaza, debemos tener presente que de lo que nos pasa no somos culpables, que la crisis es crisis del modelo económico vigente –que no es estable sino todo lo contrario–, y que este cambio puede ser una oportunidad para un nuevo mundo más humano, donde no impere la dictadura del dinero y del resto de mercancías.
Y, sobre todo, tener presente la enseñanza de Alain Badiou: hay que actuar. Porque no es nuestra acción la que debe plegarse al campo de lo posible, sino que es la propia acción la que puede abrir un nuevo espacio de posibilidades. “Un sujeto –dice este filósofo– es un punto de una conversión de lo imposible en lo posible. La operación fundamental de un sujeto es estar en el punto en donde algo imposible se convierte en posibilidad”.
Prohibido rendirse
PARA DESCARGAR EL DOCUMENTO PINCHA AQUÍ